03 de mayo
de 2016
Neumólogos renuevan la Guía Española del Asma para
pacientes
La iniciativa promovida por la Sociedad Española de
Neumología y Cirugía Torácica cuenta con el apoyo de Mundipharma
Inmaculada Alfageme, presidenta de la Separ.
La Sociedad
Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), con la colaboración de
Mundipharma, ha renovado la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA), de
cara a la conmemoración del Día Mundial del Asma. Este texto no está dirigido a
los profesionales de la salud, sino que va destinado a la población en general
y en particular a las personas asmáticas y a su entorno más próximo.
“GEMA para
pacientes no se trata de un texto más sobre educación del asma, si no que se
caracteriza por usar un lenguaje adaptado a la población general con el fin de
mejorar la comprensión de los aspectos más científicos del abordaje del asma”,
explica Vicente Plaza, neumólogo, coordinador de la GEMA y miembro de Separ.
Asimismo, añade que “si ayudamos a los pacientes a comprender y asimilar su
condición de salud, estamos contribuyendo significativamente en la mejora del
control del asma y en la reducción de las exacerbaciones”.
“Los
pacientes informados y entrenados en los diferentes aspectos de la enfermedad
experimentan una mejor evolución clínica, con menos exacerbaciones y mejor
control de su asma. En consecuencia presentan una calidad de vida y un
pronóstico más favorable. Confiamos en que el presente documento contribuya a
mejorar la condición clínica de sus potenciales lectores”, explica Eva Martínez
Moragón, coordinadora del Área de Asma de Separ.
GEMA 4.1 es
la nueva edición con contenidos actualizados de esta guía de práctica clínica,
independiente y consensuada con múltiples expertos provenientes de las diversas
sociedades científicas españolas implicadas en la asistencia de la enfermedad y
los propios pacientes. Su elaboración es fruto de un amplio consenso de 101
expertos en asma, representantes de 14 sociedades científicas (GRAP, Seaic,
Sefac, SEFC, SEFH, Seicap, Semergen, SEMES, Semfyc, SEMG, SENP, Seorl, Separ y
Sepeap) y la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermedades Respiratorias
(FENAER).
El objetivo
principal de GEMA 4.1 es que llegue a ser una herramienta de trabajo útil para
los profesionales de la salud, mediante la cual puedan mejorar su actividad
clínica asistencial. “La versión actualizada GEMA 4.1 nace con la finalidad de
mejorar el conocimiento y la acción diagnóstica y terapéutica del asma. La
actualización de la formación destinada a profesionales asistenciales
implicaciones en el abordaje del asma es un eje clave en la mejora de la calidad
de vida de los pacientes”, concluye Plaza.
Ansiedad y depresión restan calidad de vida al paciente asmático
Precisamente, el asma se asocia a una mayor prevalencia de sintomatología
depresiva y de ansiedad, especialmente en las personas mayores, trastornos
mentales que implican, a su vez, una peor calidad de vida para los asmáticos.
En este sentido, neumólogos especialistas y psicólogos han realizado una
investigación que persigue el objetivo de explorar la influencia de la
sintomatología ansiosa y depresiva en la calidad de vida de personas asmáticas,
en diferentes grupos de edad.
“La cronicidad del asma tiene un fuerte impacto en las actividades diarias de
los pacientes que la sufren. Al ser una enfermedad de condición crónica, en la
gran mayoría de los casos, comporta un empeoramiento de la calidad de vida,
especialmente en el grupo de adultos mayores”, explica Francisco Javier
González Barcala, neumólogo de Separ y autor de la comunicación ‘Influencia de
la ansiedad y la depresión en la calidad de vida relacionada con el asma en
diferentes grupos de edad’, que se presentará en el marco del 49º Congreso
Nacional Separ, que se celebrará próximamente en Granada.
En los resultados obtenidos se encuentran diferencias significativas entre los
grupos de edad en relación a la calidad de vida vinculada con el asma. Según el
índice de medición miniAQLQ (Mini Asthma Quality of Life Questionnaire), de la
muestra de pacientes englobados en el estudio, el grupo de mayor edad
presentaba peor calidad de vida.
Las conclusiones también revelan diferencias importantes en las subescalas de
ansiedad y depresión, con puntuaciones más altas en ansiedad en el grupo de
mediana edad y en depresión en el de mayores, en comparación al grupo de
jóvenes. Se observó, también, una correlación significativa entre la presencia
de ansiedad y depresión con la calidad de vida, que no se modificó por la edad
“Es destacable resaltar que el impacto de estos trastornos mentales en la
calidad de vida de los pacientes asmáticos debe ser explicado por otros
factores que no sean la edad. Estos factores podrían ser cualquiera que tenga
algún impacto en la calidad de vida del asmático, tales como el control del
asma, el tabaquismo, la obesidad, la adherencia al tratamiento, etc.”,
argumenta Barcala.
El estudio fue realizado a una muestra de 98 pacientes, 45 hombres y 53 mujeres
con una media de edad de 42 años, diagnosticados de asma y usuarios del
Servicio de Neumología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de
Compostela en colaboración con el Departamento de Psicología Evolutiva y de la
Educación de la Universidad de Santiago de Compostela, ambos grupos de
investigación integrados en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago
(IDIS). Para realizar el análisis de los resultados se dividieron los
participantes en tres grupos de edad: adultos jóvenes, mediana edad y mayores.
“Por el momento, se necesita más investigación para determinar el factor
principal que tiene un impacto negativo en la salud mental del paciente, aún y
así la presente investigación es el punto de partida ideal para iniciar
estrategias que mejoren el control del asma y la calidad de vida de nuestros
pacientes”, concluye.